Por: Kate Nateras - 2 de mayo, 2020
Es importante que NO normalices el sangrado.
Si entraste a esta nota es porque tienes dudas acerca de ese sangrado que notas en tus encías después de comer, o incluso de la nada, o cuando te lavas los dientes y las cerdas de tu cepillo quedan pintadas de color rojo, de hecho te has dado cuenta de que aun después de cepillar, tu aliento ha adoptado un olor desagradable. Lo grave es que no tienes idea de la razón por la que pasa esto en tu boca, sin embargo, sí es de suma importancia que te atiendas porque los motivos pueden ir de leves hasta muy peligrosos, al punto de poner tu vida en riesgo. Consulta a tu médico para un mejor diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Es importante que sepas que tus encías sangran por la acumulación de placa que puede ser provocada, por ejemplo, por gingivitis, o una simple inflamación que, de hecho, si se hace más grave puede provocarte la caída de tus dientes y, si se hace todavía más complicada, consecuencias graves. Tus encías por naturaleza deben estar rosadas y firmes, pero si éstas tienen sangrado, oscurecen y/o se hinchan, es importante que hagas una visita a tu especialista.
De acuerdo con el estomatólogo, odontólogo y presidente del Consejo General de Dentistas de España, Óscar Castro Reino, aproximadamente el 60 por ciento de la población tiene este problema alguna vez en su vida. La placa es una sustancia pegajosa que contiene bacterias que, cuando tú ingieres comida o bebidas que mantienen alto contenido en carbohidratos, los convierten en energía y durante ese proceso, producen ácido. Sin embargo, es importante que NO normalices el sangrado.
La primera razón por la que tus encías sangran es la falta de higiene, por ello, es de suma importancia que para eliminar la placa, cepilles bien tus dientes, uses hilo dental y enjuagues tu boca con clorhexidina; si no se elimina, la placa puede pasar a ser sarro. Otros factores pueden ser:
- Fumas y bebes alcohol.
- Tu edad, pues entre más grande seas, mayores probabilidades tienes de que esta afectación suceda.
- Sufres diabetes.
- Tienes un sistema inmune débil por condiciones como el VIH o algunos tratamientos.
- Tienes mal nutrición, es decir, no tienes buenos niveles de nutrientes en tu alimentación.
- Estrés.
- Empastes mal ajustados, de dientes o de prótesis mal colocadas.
- Embarazo y sus cambios hormonales.
- No tienes suficiente vitamina K que es la que interviene en la coagulación de la sangre.
- Síntomas de leucemia.
Si tu sangrado es leve y para nada frecuente, también existe la posibilidad de que sea tu cepillo con cerdas muy duras lo que lo esté generado, o un mal uso de tu hilo dental. Sin embargo, sí es importante que lo observes detalladamente porque también puede ser señal de que algo grave pasa en tu cuerpo y debes atenderlo cuanto antes.
Por otro lado, si no tratas a tiempo la gingivitis que te mencionamos al principio de la nota, ésta puede producirte periodontitis, misma que daña tus encías provocándoles sangrado, dolor e hinchazón. Esta afectación daña a los tejidos que aguantan los dientes y que logra que se mantengan en su sitio, por lo que puede generar que se te caigan. Asimismo, expertos han mencionado que esta bacteria puede entrar a tu torrente sanguíneo y afectar tus pulmones, corazón, entre otros de tus órganos.
La periodontitis puede tener complicaciones como (es necesario que se lleve acabo una higiene especializada o, en casos graves, una cirugía):
- Enfermedades coronarias.
- Derrames cerebrales.
- Bebés con bajo peso en el nacimiento.
- Diabetes.
- Problemas respiratorios.
- Artritis.
- Asma.
No lo dejes pasar, recuerda que tu cuerpo siempre buscará la manera de decirte que algo no anda bien con él. No lo ignores y acude con tu médico cuanto antes.
Fuente: Cultura Colectiva
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